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martes, 1 de febrero de 2011

LA DIABETES

TIPOS DE DIABETES
 
La diabetes es una enfermedad muy común, que afecta al 6% de la población y aumenta con la edad. Por encima de los 70 años, la padece el 15% o más de las personas. Puede dar lugar a frecuentes complicaciones, especialmente de tipo neurológico.
 
Puede ser debida a la falta de secreción de insulina por parte del páncreas y/o a la disminución de su efecto. Esta hormona tiene la misión de transformar en energía los hidratos de carbono de los alimentos, su defecto origina un aumento de azúcar en la sangre.
 
Esta elevación anormal del azúcar, puede ser originada por causas diversas.
 
Hay varios tipos de diabetes, pero hoy sólo hablaremos de los Tipos I y II.
 
 Diabetes tipo I:
 
Puede aparecer en cualquier momento desde la infancia. Es debida a la destrucción de las células del páncreas productoras de insulina, origina un déficit absoluto de la misma. Es imprescindible administrar insulina desde el principio de la enfermedad.
Acostumbra a presentarse de forma brusca con aumento llamativo de la sed, la cantidad de orina, cansancio y pérdida de peso.
En ocasiones hay antecedentes familiares, y no se puede prevenir.
 
 Diabetes tipo II:
 
Suele ocurrir en edades más avanzadas, es unas 10 veces más frecuente que la 1. Se caracteriza por la asociación de un déficit parcial en la producción de insulina y un aprovechamiento inadecuado de la misma. Una alimentación adecuada y el ejercicio físico, son la base del tratamiento. Puede precisar de insulina, comprimidos o de ambos.
 
Da lugar a síntomas menos evidentes que la anterior y a menudo pasa desapercibida durante mucho tiempo. Es frecuente que otras personas en la familia, también la padezcan.
 
Se diagnostica midiendo el nivel de glucosa en ayunas, se confirma cuando esta cifra es igual o superior a 126mg/dl en dos ocasiones. Cuando la cifra está entre 110 y 125 ml/dl, se tienen una glucosa anormal. Es más frecuente en personas con sobrepeso y sedentarias.

Las personas diabéticas deben:
 
·         Comer de cinco a seis veces al día.
·         Restringir los azúcares de absorción rápida (azúcar refinado, zumos, pasteles y repostería en general.
·         Comer hidratos de carbono de absorción lenta (legumbres, pasta, patatas, arroz, etc…)
·         Comer fibra.
·         Limitar el consumo de carne a favor del pescado.
·         Reducir grasas y huevos.
·         Se puede valorar el consumir 1-2 copas de vino al día.
·         Cocinar con aceite de oliva.

Como cualquier enfermedad crónica, tiene asociados unos aspectos psicosociales. Y como cualquier enfermedad de este tipo, el paciente pasa por diferentes estados de ánimo como pueden ser:

  • Negación
  • Rebeldía o ira
  • Negociación
  • Depresión
  • Adaptación
Hasta que la persona (y su entorno) se da cuenta que se puede seguir viviendo con la limitación y disponer de una buena calidad de vida.
 
Una de las complicaciones más frecuentes de la enfermedad, es la, afectación ocular. Teniendo controlada la enfermedad, la hipertensión y el tabaquismo, se puede retrasar o evitar la aparición de lesiones.
 
Los pies son otra zona del cuerpo con la que se debe tener mucho cuidado, ya que, puede producir disminución de la sensibilidad nerviosa y alteraciones en la circulación. Las deformidades articulares y los jinetes facilitan la ulceración a este nivel. La aplicación de medidas higiénicas y preventivas por parte de los pacientes y el tratamiento adecuado, han hecho posible que las amputaciones, en los últimos años, se hayan reducido. Los antibióticos y la cirugía arterial reconstructiva han sido  decisivos en ello.
 
Ciertas enfermedades como: gripe, resfriados, gastroenteritis o diversas infecciones hacen aumentar las necesidades de insulina de manera importante y en las personas que tienen alterada la secreción de insulina, este mecanismo puede fracasar y aumentar la glucemia peligrosamente. Hay señales que nos permiten identificar el posible riesgo de descompensación:
 
  • Aumento de la sed y de la cantidad de orina
  • Alteraciones a nivel de conciencia
  • Náuseas, vómitos
  • Elevación de glucosa en sangre y orina
  • Acetona positiva en orina.
 Como recomendaciones están:
 
  • Controlar varias veces al día la glucosa en sangre
  • Determinar la acetona en orina
  • Tomar pequeñas y frecuentes cantidades de líquidos y alimentos ricos en hidratos de carbono de absorción rápida (zumos, leche, caldo….)
  • En caso de duda contactar con el equipo de salud.
Se está investigando en tratamientos para mejorar la calidad de vida de estos pacientes. Aunque la mayoría de estos tratamientos son experimentales. Por ejemplo:
 
  • La reposición completa del órgano (transplante de páncreas, que a menudo viene asociado también con transplante de riñón).
  • Transplante de Islotes (grupos de células aislados del resto del tejido pancreático, constituyen aproximadamente un 2% del páncreas), es un tratamiento experimental.
  • Tratamiento con células madre (ya que estas tienen gran capacidad de reproducirse y formar tejidos y órganos), está en fase de experimentación animal.
Gemma Flores

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