Ya veo que tenéis verdadero interés por el tema, si habéis llegado hasta aquí…Vamos a hablar ahora del ejercicio físico, esencial para toda persona que se precie de llevar un modo de vida saludable (dentro de lo que cabe, claro, porque el andar todo el día de un lado para otro, estresados, con el móvil en la oreja voceando intimidades a oidos ajenos, que es lo que se lleva ahora, no lo es mucho de saludable, que digamos).
Para empezar, lo más fácil es subir y bajar escaleras en lugar de coger el ascensor, e ir andando a todas partes si las distancias a cubrir son razonablemente cortas (2 o 3 paradas de metro o bus, por ejemplo), aunque es mucho mejor (si puedes) destinar un par o tres de horas a la semana para ir al gimnasio y/o piscina del barrio. Con regularidad, porque sino, no sirve de gran cosa. Te aseguro que cuando hayas incorporado este hábito a tu vida, te encontrarás tan ágil y flexible y a gusto contigo mismo/a…que ya no te representará ningún esfuerzo: al contrario, el día que no puedas practicarlo lo encontrarás a faltar!
No quiero terminar sin antes hablar un poco de lo importante que es mantener una higiene escrupulosa en nuestra propia persona y en la cocina: hay que lavarse las manos muy a menudo, sobre todo cada vez que pasemos de manipular alimentos crudos a cocinados, descongelar siempre dentro de la nevera, no dejar nunca jamás de la vida la comida cocinada fuera de la nevera, porque es terreno abonado para que los microbios hagan de las suyas (¡¡y las hacen a lo grande!!: en cuestión de minutos se reproducen como locos y se cuentan por millones al microscopio, pero como no son visibles….¡¡nos quedamos tan tranquilos!!)ojos que no ven…¿verdad?...
Ah! Y consumir inmediatamente los alimentos descongelados y nunca volver a congelarlos si se ha roto la cadena del frío. (bueno, esto creo que lo saben hasta los niños de teta, pero por si acaso…)
Emma Rodriguez Balsells
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