En este artículo se expondrán los riesgos de desarrollo de una anemia ferropénica al seguir una dieta vegetariana así como su tratamiento.
Las anemias son un conjunto de patologías que se caracterizan por una baja concentración de oxígeno en sangre, lo que con lleva toda una serie de trastornos donde destaca una disminución del rendimiento general del organismo.
La más común de las anemias es la anemia ferropénica que se debe a una falta de hierro en el organismo. Más específicamente se debe a que el hierro (en su forma iónica reducida Fe2+) es un componente esencial de la hemoglobina, que es la proteína encargada de transportar el hierro en la sangre (y la que le da su color rojo).
Las anemias son un conjunto de patologías que se caracterizan por una baja concentración de oxígeno en sangre, lo que con lleva toda una serie de trastornos donde destaca una disminución del rendimiento general del organismo.
La más común de las anemias es la anemia ferropénica que se debe a una falta de hierro en el organismo. Más específicamente se debe a que el hierro (en su forma iónica reducida Fe2+) es un componente esencial de la hemoglobina, que es la proteína encargada de transportar el hierro en la sangre (y la que le da su color rojo).
Posibles síntomas:
Las causas más frecuentes de carencia de hierro suelen ser:
-Una ingesta excesiva de té (que impide absorber el hierro de origen vegetal).
-Bajo aporte de hierro asimilable en la dieta.
-Pérdidas frecuentes de hierro (hemorragias, por ejemplo el ciclo menstrual o microhemorragias intestinales).
-Absorción deficiente del hierro por parte del cuerpo.
En este artículo nos centraremos en la causa más común del desarrollo de una anemia ferropénica relacionada con la alimentación, es decir, la anemia ferropénica producida por un deficiente aporte de hierro asimilable en la dieta. En la práctica esto suele remitirse, en su mayoría, al seguimiento de dietas vegetarianas desequilibradas, y es por ello que nos centraremos en este caso.
La carne y sus derivados son la fuente más importante de hierro asimilable por el organismo, con gran diferencia respecto al resto de alimentos. Es por esto que en dietas vegetarianas la necesaria ingesta de hierro es mucho más difícil de llevar a cabo. Es por este motivo que si seguimos una dieta vegetariana debemos tener especial cuidado en que sea equilibrada ya que es muy fácil desequilibrar este tipo de dietas al necesitar de alimentos más específicos para mantener una correcta nutrición si la comparamos con una dieta que incluya alimentos de origen animal.
Así ocurre que la mayoría de casos de anemias ferropénicas producidas por una mala alimentación provienen de seguir algún tipo de dieta vegetariana desequilibrada. Por ello un vegetariano debe tener en cuenta las principales fuentes de hierro de origen vegetal así como las vitaminas u otros nutrientes asociados a su absorción.
· Coloración azul en la parte blanca de los ojos.
· Uñas quebradizas.
· Disminución del apetito (especialmente en niños).
· Fatiga.
· Dolor de cabeza.
· Irritabilidad.
· Color pálido de la piel.
· Dificultad respiratoria.
· Dolor en la lengua.
· Antojos alimentarios inusuales (llamados pica).
· Debilidad.
Las causas más frecuentes de carencia de hierro suelen ser:
-Una ingesta excesiva de té (que impide absorber el hierro de origen vegetal).
-Bajo aporte de hierro asimilable en la dieta.
-Pérdidas frecuentes de hierro (hemorragias, por ejemplo el ciclo menstrual o microhemorragias intestinales).
-Absorción deficiente del hierro por parte del cuerpo.
En este artículo nos centraremos en la causa más común del desarrollo de una anemia ferropénica relacionada con la alimentación, es decir, la anemia ferropénica producida por un deficiente aporte de hierro asimilable en la dieta. En la práctica esto suele remitirse, en su mayoría, al seguimiento de dietas vegetarianas desequilibradas, y es por ello que nos centraremos en este caso.
La carne y sus derivados son la fuente más importante de hierro asimilable por el organismo, con gran diferencia respecto al resto de alimentos. Es por esto que en dietas vegetarianas la necesaria ingesta de hierro es mucho más difícil de llevar a cabo. Es por este motivo que si seguimos una dieta vegetariana debemos tener especial cuidado en que sea equilibrada ya que es muy fácil desequilibrar este tipo de dietas al necesitar de alimentos más específicos para mantener una correcta nutrición si la comparamos con una dieta que incluya alimentos de origen animal.
Así ocurre que la mayoría de casos de anemias ferropénicas producidas por una mala alimentación provienen de seguir algún tipo de dieta vegetariana desequilibrada. Por ello un vegetariano debe tener en cuenta las principales fuentes de hierro de origen vegetal así como las vitaminas u otros nutrientes asociados a su absorción.
A tener en cuenta:
-Buenas fuentes de hierro de origen vegetal: espinaca hervida, copos de salvado, garbanzos, alubias cocidas, muesli, melaza, higos secos, albaricoques secos. Otras fuentes menores: brécol hervido, espárragos, aguacate, pan integral, arroz integral, mantequilla de cacahuete
-Evitar el consumo de polifenoles polimerizados, presentes en el té, café y chocolate; ya que disminuyen hasta en un 60% la absorción de hierro de origen vegetal
-Tomar vitamina C (presente en altas concentraciones en cítricos, kiwi o pimientos verdes, fresas, tomates, brócoli, patata blanca, etc.) junto a los vegetales puede triplicar la absorción de hierro de los mismos
-Los ácidos cítrico (en limón o naranja, por ej.), tartárico (por ej. en la uva) y málico (en uvas, manzanas, membrillos y cerezas) también ayudan en la absorción del hierro
-Evitar un excesivo consumo de fitatos, oxalatos, fosfatos, proteínas (por ejemplo la de la soja) y calcio, ya que interfieren en la absorción del hierro
También puede completarse una dieta ayudándose de complementos farmacéuticos, aunque es recomendable consultar a un médico antes de hacerlo ya que una acumulación de hierro excesiva por parte del organismo (hemocromatosis nutricional) puede provocar cirrosis, diabetes u otras patologías.
-Buenas fuentes de hierro de origen vegetal: espinaca hervida, copos de salvado, garbanzos, alubias cocidas, muesli, melaza, higos secos, albaricoques secos. Otras fuentes menores: brécol hervido, espárragos, aguacate, pan integral, arroz integral, mantequilla de cacahuete
-Evitar el consumo de polifenoles polimerizados, presentes en el té, café y chocolate; ya que disminuyen hasta en un 60% la absorción de hierro de origen vegetal
-Tomar vitamina C (presente en altas concentraciones en cítricos, kiwi o pimientos verdes, fresas, tomates, brócoli, patata blanca, etc.) junto a los vegetales puede triplicar la absorción de hierro de los mismos
-Los ácidos cítrico (en limón o naranja, por ej.), tartárico (por ej. en la uva) y málico (en uvas, manzanas, membrillos y cerezas) también ayudan en la absorción del hierro
-Evitar un excesivo consumo de fitatos, oxalatos, fosfatos, proteínas (por ejemplo la de la soja) y calcio, ya que interfieren en la absorción del hierro
También puede completarse una dieta ayudándose de complementos farmacéuticos, aunque es recomendable consultar a un médico antes de hacerlo ya que una acumulación de hierro excesiva por parte del organismo (hemocromatosis nutricional) puede provocar cirrosis, diabetes u otras patologías.
Diego Ortega
Muy bien pensado ya que es un punto que mucha gente que sigue una dieta vegetariana no tiene en cuenta y es importante tenerlo presente. Muy bien explicado Diego.
ResponderEliminarRocío